Luego de muchas charlas, cacerías, buenos vinos y entendimiento sin prejuicios sobre la vida de un cazador profesional en el siglo XXI, sofisticado por cierto, definimos reinterpretar el concepto de “refugio- vivienda” para él y su familia. La consigna era realizar una vivienda con usos definidos en públicos y privados, núcleos agrupados en actividades de esparcimiento sin perturbar la intimidad familiar. Por el modo en que el y los suyos viven; definió que tendría un gran espacio solaz y calido para los usos comunes y de diversión, donde calentarse junto al fuego, tomando un aperitivo, disfrutando del paisaje, escuchando buena música, leyendo, o jugando un partido de snooker en un entrepiso con amigos luego de una buena cacería, que también debería estar equipado con un deposito expositor de armas. Tendría una gran terraza para disfrutar de los días calidos, una cocina desayunador amplios, y un comedor independiente con doble altura donde agasajar a sus invitados, o tomar un desayuno en la terraza continuo al mismo bajo la pérgola contemplando la naturaleza expresarse.
De acuerdo con su activa vida social, el master room debería estar en las cercanías de los usos públicos, separados de los más privados y así no molestar a sus hijos con los horarios. El volumen basamento de usos privados contendría los dormitorios y un gran espacio de uso común con todos los servicios y accesos independientes para poder alquilar ese modulo de la casa, cerrando la escalera interior en temporadas donde ellos no estarían presentes.
