La casa entre árboles surge de un intenso análisis del sitio. Es un terreno rectangular regular que tiene 20x 80mts en el cual habían 52 árboles de diferentes tipo y medidas. Las normas que manejamos siempre en la oficina están encaminadas a respetar las preexistencias del lugar, especialmente si son de índole patrimonial o natural, y puesto que este lugar tiene una densidad de vegetación muy intensa que le da gran calidad al terreno, la primera acción fue realizar un levantamiento preciso de cada uno de estos árboles para poder plantear la casa respetándolos todos, tomando en cuenta incluso los más pequeños. Se midió el diámetro del tronco, la altura a la que abre la fronda y el diámetro de la fronda para que la construcción no se pegara mucho a los árboles y no tuviéramos que rasurarlos o podarlos, pero sobre todo para ubicar los huecos en la vegetación del terreno y ahí poder sentar la casa.
Un deck de maderas tropicales de la región acompaña el recorrido exterior por toda la casa, con perforaciones irregulares de las que parecen nacer los árboles y permitiendo igualmente generar espacios para mobiliario en el exterior de la casa.
La virtud de este proyecto reside en la manera en que se asienta en el sitio, cómo se ubica en el terreno y cómo toma el lugar. Debido a que está dentro de los árboles, la casa pasa inadvertida para los golfistas que transitan el green; incluso la piscina que se arroja hacia el campo de golf remata en un talud que le da privacidad a esta área social. Todos los espacios públicos miran hacia el norte y permiten hermosas vistas al abrir las ventanas generando la sensación de estar dentro de un árbol.
Via Plataforma arquitectura